VolverSetas mágicas mexicanas - tradición ancestral

Hoy en día, las setas mágicas cuentan con un gran número de aficionados y seguidores en todo el mundo. Esto no siempre fue así. En el siglo XVI, por ejemplo, los hongos alucinógenos eran aún completamente desconocidos en Europa. La situación era diferente en Norteamérica y Centroamérica. En los actuales México y Guatemala, sociedades indígenas como los aztecas o los mayas consumían setas con psilocibina en rituales y ceremonias religiosas. La intención podía ser leer el futuro o curar una enfermedad. Se utilizaban diferentes setas para las ceremonias, que podían variar según el grupo indígena o la región en la que vivieran. Algunas de estas setas apenas se encuentran hoy en día, otras se han convertido en clásicos populares entre los amantes de las setas. El monje Fray Bernardino de Sahagún fue el primero en describir el uso de hongos psicoactivos en sus apuntes del siglo XVI. Llamó a las setas "Teonanácatl", que significa carne de los dioses en la lengua indígena náhuatl. Sin embargo, la existencia de los hongos mágicos siguió siendo discutida en los siglos siguientes y los inquisidores españoles, especialmente la Iglesia católica, intentaron suprimir el consumo de los hongos que expanden la mente, por lo que también desaparecieron las referencias y rastros en documentos escritos y otras fuentes.

No fue hasta principios del siglo XX cuando los científicos (especialmente los etnobotánicos) empezaron a interesarse por las setas y sus efectos. Jean Bassett Johnson fue la primera científica occidental que observó un ritual con setas. El botánico aficionado Gordon Wasson viajó a México con su esposa en 1940 para participar en un ritual y consumir él mismo las setas. Tiempo después, Wasson viajó de nuevo a México, acompañado por el científico francés Roger Heim. Este último trajo a Europa una muestra de las setas y se la dejó nada menos que a Albert Hoffmann, el descubridor del LSD. Fue Hoffmann quien extrajo por primera vez el ingrediente psicoactivo de las setas y lo bautizó como psilocibina. 

 

 

Sólo en México existen unas 50 variedades diferentes de setas mágicas. Entre las más conocidas están la Calva Mexicana, la Mexicana y la Mexicana Mazapatec. Todas ellas difieren en detalles ópticos, pero sin embargo son similares. Las setas crecen en diferentes regiones y, por tanto, tienen diferentes condiciones que necesitan como base para la vida. Algunas crecen sobre estiércol de vaca, otras en zonas boscosas sombreadas. Sin embargo, todos necesitan un ambiente más bien húmedo para poder desarrollarse. Dado que las estaciones en México se pueden dividir principalmente en seca y lluviosa, hay una temporada con buenas condiciones para los hongos y otra en la que no se pueden encontrar. La temporada de lluvias va de mayo a octubre y crea buenas condiciones para el crecimiento de los hongos.

 

En México, las setas mágicas suelen consumirse frescas. Sin embargo, como esto sólo es posible en la temporada adecuada, existen diversas técnicas para conservar las setas. 

Una posibilidad es congelar las setas frescas. De esta forma, pueden descongelarse de nuevo cuando se necesiten, pero entonces deben consumirse rápidamente. Otra técnica de conservación habitual es secar las setas. Esto las hace mucho más ligeras y, en consecuencia, contienen más principio activo en comparación con su peso. Por último, algunas setas también se conservan en miel. Si las setas frescas se cubren completamente de miel, se conservan durante unos dos o tres meses antes de perder lentamente su principio activo. 

 

 

México es un país enorme. La superficie del territorio nacional es unas cinco veces mayor que la de Alemania. Sin embargo, las zonas donde crecen los hongos alucinógenos se limitan principalmente a los estados de Chiapas, Oaxaca, Puebla y Estado de México, todos ellos situados en el tercio sur del país. El norte del país tiende a ser demasiado seco y el este, así como las zonas a lo largo del Golfo de México, son bastante calurosas y, por lo tanto, no ofrecen las condiciones ideales para que crezcan los hongos.

 

Hoy en día, las setas siguen siendo muy populares. Sin embargo, ya no sólo se consumen en ceremonias apropiadas, sino también para expandir la conciencia y divertirse. Hay algunos lugares en México que incluso se han establecido como destinos para el turismo de hongos. Un ejemplo de ello es San José el Pacífico, en el estado de Oaxaca. En este pintoresco pueblo de montaña se pueden encontrar setas mexicanas por todas partes. Incluso las paredes de muchas casas están decoradas con murales que representan setas.

 

Muchas de las legendarias variedades de setas mexicanas pueden cultivarse ahora también en casa con kits de cultivo especiales. El cultivo no es complicado y no se necesita mucho equipo ni espacio para ello. Otra ventaja es que las setas apenas desarrollan olor, por lo que el cultivo no supone un gran riesgo. Los kits se pueden encargar fácilmente en Internet, por ejemplo aquí en nuestro sitio. Toda la demás información importante para empezar con éxito se puede encontrar en nuestra página temática.