VolverCannabis en la era post-legalización: tendencias de cultivo en mercados emergentes
07.01.2025
La regulación está transformando la industria del cannabis, marcando el inicio de una nueva era post-legalización, un cambio de paradigma que permite a los cultivadores operar de manera transparente, a la vez que genera un cambio económico y social. A continuación, profundizaremos en cómo estos mercados están adoptando el cultivo de cannabis, cuáles son las tendencias clave y qué retos enfrentan.
Tendencias en el cultivo de cannabis en los nuevos mercados
La regulación en muchos países ha permitido que el cultivo de marihuana se convierta en una actividad lícita, con los avances que esto supone:
- Sostenibilidad y cultivo ecológico: como ya ha sucedido en otros mercados legales más consolidados, como por ejemplo en California, el cultivo de cannabis puede impactar negativamente en el ecosistema si no se integra correctamente. Por ello, en zonas como Humboldt County, muchos granjeros han visto la necesidad de implementar técnicas más sostenibles como el “dry farming” o el cultivo regenerativo. El uso de fertilizantes biológicos, una gestión eficiente de recursos como el agua o la incorporación de sistemas de energía renovables, se están convirtiendo en pilar fundamental en algunos mercados emergentes.
- Automatización y tecnología: los avances a nivel tecnológico han entrado con fuerza en el ecosistema legal. Sensores loT que permiten controlar los parámetros del cultivo, equipos de iluminación LED que reducen costos de producción, técnicas de cultivo vertical para el aprovechamiento del espacio, así como sistemas automatizados que maximizan rendimientos, son algunos ejemplos de ello. Además, la entrada de la inteligencia artificial ya se está incorporando al cultivo de marihuana, permitiendo prevenir problemas con técnicas como imágenes hiperespectrales y escaneo 3D para controlar la salud de las plantas.
- Calidad y seguridad del producto: el amparo legal viene acompañado de una mayor demanda de productos premium libres de pesticidas y con perfiles de cannabinoides distintos. La especialización y la estabilidad de las genéticas de cannabis es clave, ya que el público mainstream comprende tanto a consumidores que buscan variedades altas en THC, como aquellos que buscan otros efectos más sostenibles con variedades ricas en CBD u otros cannabinoides.
Colaboración entre productores de cannabis y organismos públicos
Otra tendencia emergente en algunos modelos legales, como es el caso de Colombia, es la sinergia entre empresas privadas del sector y el Gobierno del país. Gracias a sus buenas condiciones climáticas y a los bajos costos de producción, este país se ha desmarcado como uno de los líderes en exportación de cannabis medicinal. El Estado ha hecho una fuerte apuesta por la implementación de buenas prácticas agrícolas y medidas de bioseguridad para garantizar la calidad y seguridad de sus productos, así como la incorporación de tecnologías avanzadas en el cultivo que optimizan los procesos. Además, el país ha invertido en I+D para desarrollar nuevas variedades con perfiles de cannabinoides específicos, y rasgos que se adapten mejor a las condiciones climáticas locales. Otra propuesta interesante en Colombia ha sido el desarrollo de clústeres de cannabis en diferentes regiones del país, que promueven la colaboración entre productores, universidades y el Gobierno, favoreciendo la optimización de las técnicas de cultivo y la comercialización del cannabis. Una cadena de valor que permite compartir recursos, conocimiento y tecnología, mejorando la competitividad de la región a nivel internacional, ya que los diferentes organismos trabajan juntos para ofrecer productos de mejor calidad a menor coste. Esta estrategia ha atraído importantes inversiones de capital extranjero, generando empleo local y contribuyendo de manera positiva a la economía del país. Un buen ejemplo de ello es el clúster de cannabicultores del Valle del Cauca, donde los productores locales se han aliado con las universidades para mejorar las técnicas de cultivo, a la vez que el Gobierno ha contribuido a financiar las infraestructuras necesarias.
¿A qué retos se enfrentan los nuevos mercados legales de cannabis?
Uno de los mayores retos para estos mercados jóvenes es la complejidad regulatoria. La incertidumbre en cuanto a posibles cambios o retrocesos en la legislación puede mermar la confianza entre los inversores, ya que dificulta la planificación a largo plazo. Licencias costosas o procesos burocráticos que se alargan en el tiempo son algunos de los impedimentos a los que se enfrentan las empresas que no tienen el suficiente músculo económico como para esperar.
Falta de infraestructura
En algunos mercados recién establecidos, en especial en aquellos países menos desarrollados, la ausencia de infraestructura también supone un desafío. Existen casos como el de Sudáfrica o Tailandia, donde la falta de instalaciones adecuadas para el cumplimiento de las normativas GMP ha iniciado una carrera contrarreloj para el desarrollo de la industria. Los mayores problemas a los que se enfrentan estas regiones son los fallos en la red eléctrica y la falta de instalaciones adecuadas para el cultivo de cannabis en interior, así como la existencia de laboratorios donde realizar pruebas de calidad.
Acceso a la financiación
A pesar de la regulación, las empresas del sector aún se enfrentan a problemas para obtener financiación por parte de los bancos tradicionales, debido al estigma asociado y a la complejidad del marco internacional, algo que obliga a muchos a buscar alternativas como la financiación privada o el acceso al capital de riesgo. Esto ha ralentizado el crecimiento del sector en países como Sudáfrica, donde los productores buscan alternativas para financiar sus cultivos, como microcréditos o cooperativas respaldadas por capital extranjero. En otros casos, como Colombia o Tailandia, surgen nuevas soluciones como la financiación mediante criptomonedas, una tendencia que cada vez gana más fuerza.
¿Qué factores impulsan el crecimiento?
Sin duda, el amparo legal es el mayor catalizador de crecimiento del sector. Ejemplo de ello es Marruecos donde, tras legalizar el cannabis para uso medicinal en 2021, ya se han concedido unas 200 licencias. Se trata de productores que operan en un país donde se ha cultivado cannabis de forma tradicional desde hace siglos. Por ello, no a todos les ha resultado fácil la transición hacia el mercado legal, ya que la implementación de las nuevas regulaciones genera gastos adicionales. Sin embargo, la legalización del cannabis bajo un marco más accesible para los locales, como ha sido el caso de Tailandia, ha permitido la proliferación masiva no solo de negocios relacionados con la planta, sino también de una oleada de turismo cannábico. Además, las campañas de educación al público sobre un uso responsable del cannabis, junto con los resultados de investigaciones científicas que avalan sus propiedades, han aumentado la aceptación social, permitiendo la expansión del sector.
Conclusión
La era post-legalización presenta un panorama vibrante y lleno de posibilidades para el cultivo de cannabis. Y a pesar de los retos regulatorios y financieros, la combinación de avances tecnológicos con las mejoras en la calidad del producto y la aceptación pública están allanando el camino hacia un futuro prometedor.