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La última tecnología en el cultivo de marihuana

La última tecnología en el cultivo de marihuana

La industria del cannabis está experimentando una apasionante evolución a medida que las innovaciones tecnológicas transforman el sector, con cultivadores que recurren cada vez más a soluciones avanzadas para mejorar la eficiencia, el rendimiento y la calidad de sus cosechas. Los actores clave de esta transformación son la automatización y la inteligencia artificial (IA); pero no son los únicos protagonistas. ¡Exploremos las innovaciones que están destinadas a revolucionar el mundo del cultivo de marihuana!

 

La agricultura siempre ha sido un campo intensamente tecnológico que ha impulsado la innovación desde la Revolución Neolítica hace más de 10.000 años. Y de igual forma, el mundo del cultivo de cannabis está ahora al borde de una profunda metamorfosis, impulsada por el control del aprendizaje automático, que redefinirá nuestra comprensión de la agricultura, la genética e, incluso, de la naturaleza misma. En el centro de esta revolución se encuentra sin duda la inteligencia artificial (IA), que actúa como un perspicaz centinela que supervisa cada etapa de la producción, donde los algoritmos analizarán y optimizarán todos los aspectos del cultivo, desde la semilla hasta la venta, convirtiendo los datos en una poderosa herramienta para refinar los procesos, predecir tendencias e impulsar la rentabilidad. Pero también los cambios regulatorios, como los que se han producido en EEUU o Alemania, están creando el entorno para una mayor innovación, abriendo las compuertas para las inversiones tecnológicas, la experimentación y la adopción de nuevas y avanzadas prácticas de cultivo y poscosecha. Analicemos cuáles son los avances que elevarán la planta a nuevos niveles de sofisticación.

 

Agricultura de precisión: el futuro del cultivo pasa por sensores IoT

La denominada agricultura de precisión optimiza las condiciones ambientales como la luz, la humedad o la temperatura en tiempo real, gracias a sensores inteligentes (cada día más asequibles y versátiles) que monitorizan y ajustan constantemente estas condiciones, para garantizar que cada planta reciba exactamente lo que necesita en cada momento. ¿El resultado? Mayores rendimientos, mejor calidad y productos más consistentes, todo ello logrado con una mínima intervención humana. Los sistemas de cultivo automatizados son otra tendencia clave, como las instalaciones de cultivo vertical basadas en hidroponía o aeroponía, que maximizan el uso del espacio al apilar las plantas en múltiples capas. Y pueden brindar beneficios aún mayores cuando se combina con sistemas LED de última generación y la robótica, que ya se está haciendo cargo de las tareas peligrosas, aburridas y repetitivas del cultivo (por ejemplo, la cosecha), lo que está reduciendo la necesidad de mano de obra y aumentando la eficiencia.

 

Imágenes hiperespectrales y escaneo 3D para controlar la salud del cannabis

Los sistemas impulsados ​​por IA también pueden detectar cambios sutiles en la salud de las plantas antes de que sean visibles para el ojo humano. Al emplear el reconocimiento de imágenes hiperespectrales en distintas longitudes de onda, que permiten analizar el cannabis incluso a nivel molecular, y el escaneo 3D para monitorizar el crecimiento estructural de las plantas, se pueden proporcionar modelos precisos en tiempo real que mediante el análisis predictivo permiten identificar signos de estrés, deficiencias de nutrientes o enfermedades. Los algoritmos de aprendizaje automático también pueden analizar datos climáticos históricos para predecir la probabilidad de infestaciones de plagas o enfermedades fúngicas. Incluso los drones equipados con sensores avanzados pueden vigilar desde arriba, brindando datos en tiempo real. La detección temprana permite a los productores tomar medidas correctivas rápidamente, evitando daños generalizados en los cultivos y asegurando plantas saludables con niveles más altos de cannabinoides.

 

 

Integración de la nanotecnología aplicada al riego

También los sistemas de riego por goteo inteligentes suministran agua y nutrientes directamente a las raíces con precisión, en función de los niveles de humedad del suelo y las condiciones climáticas en tiempo real, ayudando a reducir el uso de agua, evitando la escorrentía y manteniendo las plantas saludables y florecientes. El uso de nanoburbujas además mejora notablemente la capacidad de las raíces para absorber oxígeno, lo que resulta en plantas más sanas, fuertes y resistentes. Los nanofertilizantes, por ejemplo, liberan nutrientes de manera controlada, lo que optimiza la absorción y minimiza la contaminación del suelo. Por otro lado, las nanopartículas de plata y cobre, o las nanocápsulas poliméricas que liberan de forma controlada pesticidas, tienen aplicaciones muy específicas en el control de plagas y enfermedades, lo que puede llevar al cultivo de cannabis hacia prácticas más sostenibles y de alto rendimiento en el futuro.

 

 

Biorreactores y pasteurización criogénica: redefiniendo la producción de cannabis

Uno de los avances tecnológicos más intrigantes es la tecnología de biorreactores, que permite la producción de cannabinoides sin cultivar plantas de Cannabis sativa. Mediante el uso de levadura modificada genéticamente, los biorreactores pueden sintetizar cannabinoides a gran escala, lo que podría revolucionar la producción de marihuana al ofrecer una alternativa escalable y menos regulada al cultivo tradicional, lo que permitiría reducir significativamente el impacto ambiental, bajar los costes de producción y hacer que el cannabis sea más accesible. La innovadora tecnología de pasteurización criogénica también aborda uno de los problemas más urgentes de la industria: la contaminación microbiana, algo que en un mercado valorado en miles de millones de euros, es esencial para mantener la calidad del producto y al mismo tiempo gestionar complejos obstáculos regulatorios. Esta técnica combina el vapor criogénico mediante nitrógeno líquido con un proceso de desinfección que lleva el producto a temperaturas muy bajas en un corto período, lo cual ayuda a destruir patógenos mientras conserva los compuestos activos del cannabis (como cannabinoides y terpenos), preservando tanto su potencia como su perfil aromático.

 

 

Fenotipado de alto rendimiento, la nueva frontera de la genética

No puede haber una evolución en cultivo sin una buena genética que la respalde. Si bien las semillas y los esquejes han sido los pilares de las variedades de cannabis durante mucho tiempo, el cultivo de tejidos se destaca como el futuro para poder conservar las características deseadas de cada cepa, protegiendo contra patógenos y manteniendo un banco genético más fiable y accesible. Se trata de una técnica de propagación que implica el cultivo y mantenimiento de células, tejidos u órganos vegetales en condiciones asépticas en un medio de cultivo nutritivo, normalmente en placas de Petri. Este método permite el almacenamiento de una gran cantidad de plántulas o genes de forma indefinida, todo ello en un espacio mínimo; y también “limpiar” la genética propagando solo las células necesarias, dejando atrás los patógenos no deseados como el viroide latente del lúpulo (HLVd), uno de los jinetes del apocalipsis del cannabis en la actualidad. Pero si al cultivo de tejidos se unen las tecnologías de edición y mejoramiento genético, obtenemos un control sin precedentes sobre la composición genética de una planta. Una de las herramientas más poderosas es CRISPR-Cas9, una tijera molecular que actúa como un sistema de edición de genes versátil y preciso que permite a los científicos modificar genes específicos con una precisión milimétrica, para obtener características deseables con más rapidez que nunca. Las posibilidades futuras de la edición genética en el cultivo de cannabis son verdaderamente apasionantes, ya que con el potencial de crear cepas únicas y especializadas, los criadores pueden explorar nuevas combinaciones de cannabinoides y terpenos, ofreciendo a los consumidores una gama aún más amplia de experiencias con el cannabis, lo que permitirá llevar a esta planta hasta cotas de evolución nunca antes vistas.

Marihuana medicinal o Clubs de marihuana

Marihuana medicinal o Clubs de marihuana

 Alemania: diferencias entre pacientes de marihuana medicinal y miembros de un club de cannabis

La reciente legalización del cannabis en Alemania ha abierto un nuevo abanico de posibilidades para los consumidores, generando dudas sobre cuál es la mejor forma de acceder a la marihuana de manera legal y segura. Con la opción de registrarse como paciente de cannabis medicinal o unirse a un Club Social de Cannabis (CSC), muchos usuarios se encuentran ante la disyuntiva de cuál de estas alternativas se adapta mejor a sus necesidades.
 
Alemania ha dado un paso histórico al legalizar el uso para adultos del cannabis, convirtiéndose en uno de los pocos países de Europa en regular el consumo con fines recreacionales de la marihuana. Desde el pasado 1 de abril, la nueva Ley de Cannabis (Cannabisgesetz o CanG), permite a los adultos llevar en espacios públicos hasta 25 gramos de cannabis para consumo personal, poseer 50 gramos de cannabis en su lugar de residencia y cultivar hasta tres plantas de cannabis para uso propio. Y desde el 1 de julio de 2024, las asociaciones de cultivo sin ánimo de lucro, los llamados Clubes Sociales de Cannabis (CSC), con un máximo de 500 miembros, pueden cultivar cannabis y distribuirlo entre sus miembros. Esta regulación también ha influido en el acceso al cannabis medicinal, que ha estado permitido desde 2017, facilitando aún más los requisitos para los pacientes que buscan tratamientos alternativos para diversas patologías de salud. Según la nueva Ley de Cannabis Medicinal (Medizinal-Cannabisgesetz o MedCanG), los productos de cannabis ya no están sujetos a la Ley de Estupefacientes (BtMG), recibiendo el mismo tratamiento que, por ejemplo, un ibuprofeno 600 o los medicamentos recetados habituales. Estos cambios tienen como objetivo simplificar el proceso para médicos y farmacéuticos, lo que se prevé aumentará exponencialmente el número de pacientes de marihuana medicinal. De esta forma, se crean dos formas de acceso al cannabis (además del autocultivo personal), con ventajas particulares que se deben evaluar en función del perfil y las necesidades de cada usuario. Y al suavizarse los requisitos, muchos alemanes se preguntan cuál de las dos opciones es la mejor para acceder al cannabis. Veamos sus diferencias.
 
 

El propósito del uso condiciona el acceso al cannabis en Alemania

El cannabis medicinal en Alemania se basa en la prescripción médica, lo que implica que un paciente debe obtener una receta de un médico autorizado para poder adquirir marihuana en una farmacia. Sin embargo, obtener una receta puede ser complicado, ya que es necesario demostrar que el cannabis es una opción médica razonable y que otros tratamientos han sido ineficaces. Pero actualmente el proceso se ha vuelto relativamente fácil gracias a la proliferación de plataformas on-line de telemedicina (como Dr. Ansay, Bloomwell o CannG) que simplifican el trámite, donde los usuarios pueden obtener una receta médica con solo responder unas pocas preguntas y luego canjearla directamente en una farmacia colaboradora. Esta facilidad de acceso ha generado preocupaciones sobre el posible abuso del sistema, por lo que su continuidad está en duda, ya que abre la puerta a que personas sin una verdadera necesidad terapéutica obtengan cannabis medicinal de manera legal. En cambio, unirse a un CSC no requiere una receta médica, lo que facilita el acceso para personas que no tienen patologías diagnosticadas o que prefieren consumir cannabis con fines recreativos. Solamente podrán ser admitidos como miembros aquellos que hayan cumplido 18 años y hayan residido habitualmente en Alemania durante al menos 6 meses. Y no se permiten las membresías múltiples en varias asociaciones de cultivo.
 

La cantidad necesaria de cannabis está unida a la flexibilidad

Los pacientes de cannabis medicinal tienen una mayor flexibilidad en cuanto a la cantidad de marihuana que pueden poseer y transportar, lo cual puede ser esencial para personas que requieren un uso más intensivo. Según la Ley de Cannabis Medicinal en Alemania (MedCanG), los pacientes con una prescripción válida no están sujetos a límites específicos de posesión o transporte, siempre que puedan demostrar que el cannabis está destinado a su tratamiento personal. La cantidad máxima dispensada en farmacias suele ser determinada por el médico; y tiende a oscilar entre 30 y 100 gramos mensuales, dependiendo de la enfermedad tratada. Los CSC, por otro lado, están sujetos a límites más estrictos, lo cual puede no ser suficiente para usuarios que consumen grandes cantidades. La entrega está limitada a 25 gramos por día y 50 gramos por mes, con un límite mensual de 30 gramos para adolescentes entre 18 y 21 años. Además, pueden proporcionar hasta siete semillas de cannabis o cinco esquejes por mes a sus miembros, siempre que se hayan creado durante el autocultivo comunitario.
 
 

Los tipos de productos cannábicos disponibles marcan la diferencia

En las farmacias alemanas, los productos de cannabis medicinal incluyen flores secas, aceites, cápsulas y extractos estandarizados. Los médicos suelen prescribir variedades de marihuana con un ratio específico de cannabinoides (como THC y CBD), dependiendo de la enfermedad del paciente. Las flores de cannabis son las más comunes, con concentraciones de THC que van desde el 1% hasta más del 20%. Respecto al cannabis dispensado en los CSC, la legislación tampoco establece un límite máximo de concentración de THC. Sin embargo, para los adolescentes y jóvenes adultos en el rango de edad de 18 a 21 años, la marihuana no debe superar el 10% de THC.
 

El coste de los productos cannábicos en Alemania depende la cobertura

En el caso del cannabis medicinal, en algunos casos, el coste puede ser cubierto total o parcialmente por el seguro de salud, lo que reduce significativamente el gasto del paciente. Pero si el tratamiento no está cubierto, los precios en farmacias suelen ser más elevados que los de los CSC: entre 20 y 25 euros por gramo según la variedad y la calidad del producto. Los aceites y extractos suelen ser más costosos, con precios que en algunos casos pueden superar los 100 euros por 10 ml de aceite con una alta concentración de THC. Los precios de la marihuana en los clubes sociales de cannabis también varían significativamente según el estado federado y el club específico, pero son sensiblemente menores. Mientras que algunos clubes presentan precios de unos 4 euros por gramo de flor seca, otros pueden cobrar hasta 10 euros por gramo, dependiendo de la variedad elegida. Además del coste del cannabis en sí, los miembros también deben pagar cuotas de afiliación, que también pueden variar mucho.
 
 

Las implicaciones legales se demuestran al volante

Uno de los aspectos más relevantes es la regulación en materia de tráfico. Los pacientes de cannabis medicinal tienen ventajas importantes, ya que además de que pueden transportar cantidades mayores, están exentos de los límites de THC en sangre durante los controles; siempre y cuando se pueda demostrar que están consumiendo THC como medicamento recetado para una enfermedad específica. Para los miembros de CSC, estas ventajas no se aplican, lo que podría resultar en sanciones si se detecta THC mientras conducen. La nueva ley de circulación por carretera (StVG) que entró en vigor el 22 de agosto de 2024, establece un límite legal de THC de 3,5 ng/ml en sangre (hasta ahora se había establecido un límite de 1 nanogramo), la prohibición del cannabis para los conductores novatos y la prohibición del consumo mixto de cannabis y alcohol. Por ejemplo, cualquiera que conduzca con 3,5 nanogramos de THC o más corre el riesgo de recibir una multa de 500 euros y una prohibición de conducir durante un mes. Si además bebes alcohol, normalmente te enfrentarás a una multa de 1.000 euros.
 

Entonces…. ¿Cuál es la mejor opción para adquirir cannabis en Alemania?

La nueva regulación alemana proporciona varias opciones para el acceso al cannabis; y es responsabilidad del usuario evaluar cuál de ellas se ajusta mejor a su situación personal. La tendencia es que cada vez más personas se registren como pacientes de cannabis, aprovechando la facilidad del acceso y las ventajas legales. Sin embargo, los CSC representan una alternativa viable para aquellos que buscan un consumo responsable y controlado fuera del ámbito médico. En última instancia, la decisión sobre qué opción elegir dependerá de factores individuales, como la frecuencia de uso, las necesidades terapéuticas y la disposición a enfrentar los posibles inconvenientes legales asociados con el consumo recreativo.